martes, 10 de diciembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
Agave
Agave americana, también llamada Pitera es una especie
perteneciente a la familia Agavaceae, nativa de América Central. A Europa llegó
a finales del Siglo XVI, introducida por los conquistadores españoles de manera
intencionada como planta ornamental y como planta textil para obtener fibras.
Se trata de una planta termófila, propia de ambientes marítimos. Es
frecuente encontrarlos en zonas con dunas, cunetas, taludes, etc.
En España la podemos encontrar en el Cantábrico de forma escasa, pero en
zonas del Atlántico y Mediterráneo son más abundantes. También se localizan en
ambos archipiélagos.
Características
físicas.
Tiene un gametofito rizomatoso y suculento, formado por una gran roseta
de hojas muy gruesas y espinosas en el ápice y en los márgenes.
A partir de los 10 años de edad florece, emitiendo una panícula de
flores amarillas al final de un tallo florífero de hasta 8 metros de altura.
Tras la floración, que tiene lugar entre julio y septiembre, la roseta muere.
El fruto se trata de una cápsula alargada que produce una gran cantidad
de semillas aplanadas y negras.
Impactos
y amenazas.
Sus comunidades son tan densas que llega a desplazar a las especies
autóctonas de arenales costeros por competencia del espacio y alteración del
medio.
Medidas
de eliminación y control.
El control mecánico, de arranque manual, es el mejor método para
eliminar esta especie, aunque para su eficaz eliminación han de extraerse todos
los rizomas, ya que pueden volver a rebrotar.
Las labores de erradicación deben repetirse en las zonas invadidas
durante años, ya que cabe la posibilidad de que los individuos puedan resurgir
a través de los rizomas si no se han eliminado del todo.
Eucalipto blanco
Eucalyptus
globulus, también llamado Eucalipto
blanco o común es una especie perteneciente a la familia de Myrtaceae, originaria de
Australia y Tasmania.
Se
suelen encontrar en zonas húmedas y frescas aunque son pocos resistentes al
frío intenso, por ello han encontrado en Galicia y Cantabria un hábitat
favorable para su crecimiento y desarrollo. Fue introducido en España durante
el siglo XX con fines silvícolas. En Canarias los encontramos en La Gomera,
Tenerife y Gran Canaria.
Características físicas.
Características físicas.
·
Biotipo: Árbol
que alcanza los 45-75 metros de altura. Con un tronco que puede llegar a medir
2 metros de diámetro y que se caracteriza por tener una corteza lisa y fibrosa.
·
Hojas:
Aquellas que son juveniles son de pequeño tamaño, redondeadas, sésiles (sin
peciolo) y de color más oscuro. Tras los cuatro años, estas hojas pasan a ser
más alargadas, claras y en este caso si tienen peciolo que les une a las ramas.
·
Flores: Se
reúnen en inflorescencias tipo umbela con los pétalos soldados, los cuales
dejan ver en su interior la gran cantidad de estambres que tienen.
·
Fruto: Es
una cápsula globosa, leñosa y rugosa.
Impactos y amenazas.
Provocan
alteraciones en la estructura del suelo, actúan sobre el régimen hídrico del
mismo, ya que son plantas que absorben grandes cantidades de agua (desecantes).
Además, sus hojas secretan sustancias alelopáticas que al acumularse en
el suelo con la caída de las mismas, impiden la regeneración de las otras
especies que crecen en el lugar.
Por
otro lado, como son árboles que pueden llegar a alcanzar alturas importantes,
generan sombra y evitan que el sotobosque crezca con normalidad y se regenere.
Por tanto, las especies nativas se ven perjudicadas.
Medidas y nivel de dificultad para su
control.
Se
intenta erradicar con control mecánico a través la tala, pero este método no es
muy eficaz, por lo que se está poniendo en práctica la técnica del anillo.
Tabacomoro
Nicotiana glauca, tambien llamada Tabacomoro, es una especie perteneciente a la familia
Solanaceae que se encuentra hoy en día distribuida en provincias costeras
mediterráneas y sur atlánticas, incluyendo ambos archipiélagos (Balear y
Canario).
Se suelen encontrar en diversos ambientes, muros viejos, ruinas,
escombros, zonas rocosas, ramblas, etc. Pero siempre en ambientes más o menos
áridos y cercanos al mar. Fue introducido en España en 1827 y se cree que en la
Isla de Tenerife ya se encontraba naturalizada en 1852. Se introdujo de forma
intencionada con fines jardineros.
Características físicas:
- Biotipo: se trata de un arbusto completamente glabro (peloso) que alcanza hasta los 7 metros de altura y con la corteza del tronco de color pardo-grisáceo. Las ramas son de color verde y dispone de hojas ovaladas-lanceoladas que se disponen de forma alterna.
- Flores: Miden entre 3-4 cm de longitud. Tiene el cáliz de forma tubular dividido en 5 lóbulos triangulares. La corola es de color amarillo y está formada por 5 pétalos soldados hasta el ápice, donde se ensanchan.
- Fruto: En cápsula, con forma ovoide cubierta por el cáliz. Tiene numerosas semillas, diminutas y de color negro.
Suele florecer de abril a octubre, pero en zonas con inviernos muy
suaves pueden hacerlo durante todo el año. La temperatura óptima para esto es
entorno 15-20° C, además si las condiciones son favorables, las plantas pueden
florecer en un año llegando a medir hasta 3 metros. Se caracteriza por ser
tolerante a daños mecánicos, incluso si pierden su parte aérea, pueden rebrotar
desde la raíz.
Es muy frecuente encontrarlos en zonas soleadas con agua a poca
profundidad y en terrenos alcalinos. Aunque es poco tolerante a la salinidad
del suelo, si lo es a la ambiental, por eso podemos hallarlas creciendo cerca
de zonas costeras. No crece en zonas de encharcamiento y es muy resistente a
las temporadas de sequía, así como a las altas temperaturas.
Impactos y amenazas:
- Causa problemas hídricos, ya que su alta transpiración perjudica a las demás especies de la zona.
- Provoca competencia, reducción o alteración de los recursos.
- Impiden o dificultan la regeneración de especies endémicas o nativas.
- Además, hay que tener en cuenta que todas las partes de la planta son tóxicas, excepto las semillas ya maduras.
Medidas y nivel de dificultad para su control.
- Controlar su crecimiento y desarrollo es muy complicado debido a la
capacidad que tiene dicha especie a rebrotar desde la raíz.
- En Sudáfrica se está poniendo en práctica una técnica que puede dar
resultados. Se trata de cortar a los individuos en la base del tronco y aplicar
herbicida para intentar erradicarlo desde dentro.
- También se ha empleado una especie de coleópteros llamado Malabaris aculeata,
que ha funcionado de forma efectiva junto con la acción de los herbicidas.
- En Canarias, más concretamente en Lanzarote, se tuvo que aplicar un
plan de erradicación de dicha especie en el Parque Nacional de Timanfaya
Cotorra argentina
La cotorra argentina, Myiopsitta
monachus, es un ave de origen sudamericano cuya distribución
natural abarca desde Bolivia Central y el sur de Brasil hasta Argentina
Central, Paraguay y Uruguay. En Canarias se introdujo en la década de los 80
mediante escapes o sueltas deliberadas, ya que se trata de un ave de adorno y
compañía muy popular, encontrándose con relativa frecuencia en viviendas
particulares, colecciones de aves, núcleos zoológicos, etc. En la actualidad se
trata del psitácido más abundante del archipiélago, ocupando arboledas de
parques, avenidas y jardines en diversas ciudades de Fuerteventura, Gran
Canaria, Tenerife y La Palma, mientras que en las restantes islas sólo se
conocen avistamientos puntuales y no parece haberse establecido.
Tanto en áreas de su distribución original como en ciertos sectores
donde se ha establecido a partir de escapes, ha llegado a convertirse en una
plaga para los cultivos y ocasiona daños en infraestructuras (tendidos
eléctricos, farolas, antenas, etc.) al anidar en ellas. Sin embargo, en el caso
del archipiélago canario sólo se han puesto en evidencia molestias a la
población (ruidos en las proximidades de las viviendas, excrementos en
mobiliario urbano, etc.).
Es un ave principalmente granívora; se alimenta tanto de semillas de
especies silvestres como cultivadas, además de frutos, flores e insectos. Por
todo ello compite con otras especies nativas como es el mirlo común, al que
también perjudica al depredar sobre sus huevos y pollos. También constituye un
vector de propagación enfermedades que afectan a otras aves y al ser humano.
Todo esto ha motivado que ante al proliferación de aves se lleven a cabo
actuaciones de control de las poblaciones, como por ejemplo en Maspalomas en el
sur de Gran Canaria o en Morro Jable en Fuerteventura, aunque no parecen haber
diezmado los efectivos como se pretendía.
Ardilla moruna
La ardilla moruna, cuyo nombre científico
es Atlantoxerus
getulus, es un roedor pequeño caracterizado por poseer un pelaje
corto y pardo marcado por dos líneas claras y cuatro oscuras en su dorso. Su
rango nativo de distribución comprende el extremo noreste de África. En España
solo vive en Fuerteventura, donde fue introducida en 1965, y en la que
actualmente está ampliamente distribuida.
Así
mismo, entre 1996 y 1998 se capturaron 15 individuos en varias localidades de
la isla de Gran Canaria, fruto de liberaciones accidentales e introducciones
voluntarias, aunque no se puede afirmar que se hayan establecido poblaciones
silvestres en dicha isla. En 2006 se capturaron tres individuos de una pequeña
población aparecida en la Isla de Lanzarote.
Es una
especie omnívora, aunque con una mayor predilección por los vegetales. Depreda,
además de otras muchas plantas, sobre 5 especies en peligro de extinción.
También provoca daños en los cultivos al alimentarse de las cosechas y
deteriorar muros al construir madrigueras. En el apartado animal sobresale el
consumo de moluscos terrestres, un grupo representado por 13 especies endémicas
en Fuerteventura. Además de todo esto, la ardilla se aprovecha de la simpatía
que despierta entre humanos para conseguir comida fácilmente, siendo frecuente
que turistas y nativos las alimenten a cambio de una foto o una simple
observación cercana.
Por
otro lado, este roedor introducido sirve de recurso alimenticio para aves como
el cernícalo, el cuervo, el ratonero común y el extremadamente amenazado
alimoche canario o guirre, que se alimenta de sus cadáveres. Sin embargo,
también lo es para el mamífero introducido más peligroso en las islas: el gato.
Estos predadores son el único factor regulador de la ardilla en Fuerteventura
ya que no posee competidores.
En
Fuerteventura se ha comprobado que transporta amebas altamente patógenas para
los humanos, además de especies bacterianas también contagiosas para
animales silvestres y el hombre. En su área de procedencia puede llegar a
provocar la muerte por septicemia global como consecuencia de su mordedura.
Como
medidas de gestión en esta isla se está intentado controlar la población puesto
que su erradicación es ya posiblemente inviable. Para evitar que se llegue a
este punto, en Gran Canaria y Lanzarote se están llevando campañas de seguimiento
y erradicación. Como con otras especies exóticas invasoras sería
fundamental acompañar estas acciones con campañas de información y
sensibilización para hacer ver a la población el carácter invasor de esta
especie y el impacto negativo que supone para la frágil biodiversidad canaria,
así como regular la tenencia de ejemplares en cautividad.
Serpientes en Canarias
Las serpientes son reptiles
que se caracterizan por la ausencia de extremidades. Estos reptiles en
todos los casos son depredadores y algunos no existe animal que pueda
depredarlos en Canarias.
El caso más conocido es el de la Culebra
Real Californiana en Gran Canaria, la cual amenaza la fauna autóctona,
entre la cual se comprende: la lisa de Gran Canaria (Chalcides sexlineatus ) y el Lagarto Gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), dos especies
amenazadas. La población de esta especie en Gran Canaria está tratando de
extirparse mediante campañas de erradicación como un proyecto LIFE en marcha
por cuatro años en la isla y cuyo objetivo en ese período de tiempo es reducir
drásticamente la población. Esta especie nativa de Norteamérica y con una gran
plasticidad ecológica se introdujo en Gran Canaria y actualmente ocupa
ecosistemas periurbanos, rocosos, barrancos, desde el nivel del mar hasta las
medianías, entre otros. Se considera una posibilidad la suelta masiva de
ejemplares o un escape.
Aunque la Culebra Real Californiana sea la única establecida en Canarias
junto con la culebrilla ciega, no es
la única que se encuentra en la naturaleza pues una especie con una amplia
comercialización como la pitón real
también se ha hallado en Canarias en estado salvaje.
Esta especie de escasos requerimientos ecológicos y de gran
adaptabilidad podría suponer una amenaza para la fauna autóctona además de un
vehículo de transmisión de enfermedades. La amenaza no afectaría sólo a sus
presas (principalmente animales de pequeño tamaño), sino a los depredadores
autóctonos, dándose fenómenos de competencia. Por otra parte, esta especie
muestra especial afinidad por los roedores a la hora de alimentarse, con lo
cual la amenaza se ve ligeramente reducida aunque la transmisión de
enfermedades no tenga la misma suerte.
A diferencia de otras especies invasoras, las poblaciones de serpientes
son controladas con un cierto esmero por parte de la administración pública.
Hasta el año 2010, la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio de Gran Canaria desembolsó 236.434 euros para erradicar la citada
Culebra Real Californiana. Dicha actuación no ha cesado hasta hoy día y se
intensifica a medida que se conciencian de la amenaza que podría suponer para
la fauna. Aun así el método más eficaz para evitar la aparición de estas plagas
es la precaución para evitar fugas y las medidas legales en contra de la
liberación de estos animales
martes, 8 de octubre de 2013
Palmera datilera
La palmera canaria, Phoenix canariensis, puede cruzarse con cualquiera de las otras especies del género Phoenix y con
ninguna otra palmera de otros géneros. Las semillas resultantes de los cruces
dan lugar a plantas híbridas variables, más o menos intermedios entre el padre
y la madre. Hoy muchas palmeras y muchos palmerales están “contaminados”
genéticamente por alguna de las especies exóticas del género Phoenix y el
problema sigue agrandándose y amenazando la integridad genética de la especie
autóctona. La datilera doméstica, Phoenix dactylifera, es con creces la
especie que ha dejado más huellas en los palmerales de Canarias.
Phoenix canariensis es una especie endémica de Canarias y en cambio Phoenix dactylifera no tiene patria conocida y tal vez no sea ni siquiera una especie propiamente dicha. La datilera es cultivada desde hace al menos 5.000 años y ha sido uno de los primeros frutales domesticados en el viejo mundo, junto con la vid, el olivo y la higuera. Se cultiva a gran escala desde tiempo inmemorial en la Península arábiga y el Norte de África y desde épocas más recientes en otros países áridos.
A grandes rasgos
podemos diferencias las especies porque la canaria es más robusta, más
verde y más frondosa. La datilera doméstica, en cambio, es más “de desierto”,
más delgada, su copa es más grisácea o azulada y produce los verdaderos
dátiles.
La datilera vive
en Canarias desde tiempos inmemoriales. Es difícil establecer una fecha de
llegada y es posible que se haya introducido y reintroducido en varias
ocasiones por los barcos que hace cientos y miles de años visitaron Canarias y
sin duda habrán llevado dátiles en sus despensas. Se considera que ya los
fenicios pudieron haberla introducido.
En Canarias estaos individuos no tuvieron ninguna importancia económica, ya que era la palmera Canaria de la que se obtenía gran beneficio, incluso del dátil, con el que se alimentaba al ganado, por eso se piensa que pocos palmerales han sido contaminados. Es durante las últimas décadas que las datileras se extienden desmedidamente por el territorio. Se importaron miles de plantas adultas para decorar las nuevas urbanizaciones hambrientas de verde rápido. Infinitos centros turísticos de Canarias se decoraron con las palmeras que durante las décadas anteriores habían sido plantadas y regadas en el Sureste de Iberia y en el Norte de África para cosechar sus frutos y hojas.
En Canarias estaos individuos no tuvieron ninguna importancia económica, ya que era la palmera Canaria de la que se obtenía gran beneficio, incluso del dátil, con el que se alimentaba al ganado, por eso se piensa que pocos palmerales han sido contaminados. Es durante las últimas décadas que las datileras se extienden desmedidamente por el territorio. Se importaron miles de plantas adultas para decorar las nuevas urbanizaciones hambrientas de verde rápido. Infinitos centros turísticos de Canarias se decoraron con las palmeras que durante las décadas anteriores habían sido plantadas y regadas en el Sureste de Iberia y en el Norte de África para cosechar sus frutos y hojas.
Hoy tenemos en las Islas palmerales canarios puros y palmerales híbridos pero cada población es un caso distinto. La mayoría de las poblaciones alejadas de ciudades y pueblos son puras y en general se observa un alto grado de pureza en La Gomera y un mayor avance de la hibridación en las islas orientales. Además, hay híbridos en los jardines de casi todos los núcleos urbanos de cierto tamaño. El problema se está agrandando a la vez que se siguen importando y plantando palmeras datileras.
Para las poblaciones ya muy hibridadas quizás sea demasiado tarde pero los palmerales puros o casi puros, están a tiempo de ser estudiados y recuperados, eliminando con criterio a los “culpables” y por supuesto evitando que en los territorios cercanos se planten o germinen nuevas Phoenix híbridas o exóticas.
En la última década los viveros de Canarias han dejado casi por completo de sembrar Phoenix dactylifera, tanto por haberse desarrollado una mayor conciencia del problema como por la aparición en el mercado de “nuevas” especies de palmeras, más ornamentales que la datilera e incapaces de producir híbridos con la especie canaria.
El escándalo de los últimos años fue tan grande que en el B.O.E. N. 247 del 13 /10/2004 se prohíbe importar toda especie de Phoenix a las Islas (orden APA/3281/2004)
Rabo de gato
El rabo de gato, Pennisetum
setaceum, es una especie originaria del África oriental introducida en las islas,
donde tiene carácter invasor, representando una de las amenazas más
preocupantes para la flora autóctona. En las islas se encuentra representada
por la subespecie orientale. Se trata de una
planta rizomatosa y cespitosa. Se conoce como "rabo
de gato".
En Canarias
podemos observarla en pastizales y herbazales de ambientes alterados. Matorral
de medianías, piso basal, Zonas urbanizadas, terrenos de cultivos, franja
litoral halófila… Es una planta poco exigente respecto al tipo de suelo,
solamente necesita espacios abiertos, soleados y cierta humedad edáfica.
Además, es una especie muy resistente al fuego, éste incluso estimula su
crecimiento. Resiste elevadas temperaturas y condiciones de sequía, en cambio,
no tolera el encharcamiento.
Esta gramínea
llegó al archipiélago en 1943 procedente del Norte de África debido a su valor
ornamental y arraigó. Su acomodo fue tan intenso que se ha convertido en una
especie invasora que compite con las especies no sólo vegetales de las islas y
las amenaza alarmantemente. Su dispersión natural, se ve acentuada por la
antrópica, que ayuda debido a la alteración del medio y la red viaria.
Provoca la
alteración en la distribución y abundancia de especies propias de Canarias, y
en la sucesión natural de la vegetación nativa. Provoca además muchos problemas
como: cambios de salinidad, de pH o competencia por nutrientes, minerales u
luz. También puede modificar el régimen de incendios.
Actualmente en
Canarias, Hay numerosos proyectos que se encargar de erradicar esta especie,
pero es una ardua tarea. Dominan dos tipos de tratamientos. El mecánico,
arrancar la espiga y posteriormente el resto de la planta. A continuación, se
limpia el suelo para dejar el menor número de semillas posible y se queman los
restos retirados. Está también el método químico, con el que se usan herbicidas
sistémicos lugares donde las condiciones lo permiten.
Caña común
La caña común,
antiguamente conocida como "caña de casco" o "caña de
roca", Arundo donax, es hoy considerada en Canarias una especie invasora,
aunque hasta hace poco se calificaba como invasora Probable (IP) en el Banco de
Datos de Biodiversidad de Canarias (2006). Es una especie de origen asiático,
las primeras citas se remontan a inicios del s. XVII, producto ya
abundante de nuestros barrancos, su introducción debió coincidir con la llegada
de los colonos europeos a Canarias, aunque no debe descartarse su uso por los
aborígenes canarios.
La etnobotánica es
un campo muy interesante que aportaría grandes novedades a nuestra percepción
de las especies invasoras y su llegada a las Islas.Desde su arribada a las
islas esta planta ha sido utilizada para muchísimas cosas: cestería, útil
agrícola, utilizado en grandes cantidades en el cultivo hortícola de tomates,
habichuelas, etc., construcción de viviendas, empalizadas, cobertizos, e
incluso como leña o forraje. Este uso debió ser un freno importante a la
expansión de la especie. Pero en las últimas décadas las cañas ya no se emplean
y por tanto han dejado de ser cortadas en los barrancos, de ahí su enorme
proliferación en casi todos los cauces medios y bajos de los barrancos
canarios.
Estos densos
cañaverales impiden la regeneración natural de las formaciones de sauces, (Salix canariensis) juncos (Juncus acutusyScirpus
holoschoenus), palmerales, (Phoenix
canariensis) e incluso de zonas de monte verde con humedad edáfica.
A esto hay que añadir que, en los incendios, los cañaverales se comportan como
un combustible perfecto, haciendo descender y ascender el fuego por los cauces
a gran velocidad. Esto pudo comprobarse en el gran incendio de Gran Canaria en
2007. Pero la caña rebrota después del fuego, por lo que al poco del incendio
se están organizando campañas de eliminación de estos cañaverales a base de
cortas y con herbicidas. La falta de uso de esta planta desencadenó su
transformación en un problema que costará muchos años y dinero solventar.
Opuntia
Las opuntias son
un amplio género de cactus que se caracteriza por crecer mediante segmentos,
cladodios o "palas". Los segmentos son auténticos tallos con la capacidad
de producir nuevas ramas (palas), hojas y flores.
Se conocen aproximadamente unas 250 opuntias, todas originarias de América y viven desde el nivel del mar hasta unos 3000 m de altura. En Europa se conocen desde el regreso de los primeros conquistadores y se consideran invasoras. En Canarias, primer territorio no americano donde se plantaron las tuneras, dos especies se catalogan como invasoras y otras tantas se encuentran en los bordes de caminos o asociadas a las casas terreras. Entre las primeras encontramos a la conocida y apreciada tunera o chumbera, la que produce los higos picos y también la fuente de una industria de obtención de colorantes naturales a partir de las cochinillas que se cultivan en sus tallos o palas.
Se conocen aproximadamente unas 250 opuntias, todas originarias de América y viven desde el nivel del mar hasta unos 3000 m de altura. En Europa se conocen desde el regreso de los primeros conquistadores y se consideran invasoras. En Canarias, primer territorio no americano donde se plantaron las tuneras, dos especies se catalogan como invasoras y otras tantas se encuentran en los bordes de caminos o asociadas a las casas terreras. Entre las primeras encontramos a la conocida y apreciada tunera o chumbera, la que produce los higos picos y también la fuente de una industria de obtención de colorantes naturales a partir de las cochinillas que se cultivan en sus tallos o palas.
Hay dos chumberas que muestran morfotípos similares pero con ciertas características que las diferencian. En ambas plantas las palas miden entre 30-50 cm y las espinas son pequeñas y poco numerosas, desaparecen en las palas adultas. Pueden llegar a medir 3-4 metros de altura. Encontramos diferencias en el color de la flor y el tono de las palas. Una de ellas tiene la flor amarilla y palas algo azuladas mientras otra produce flores naranjas y las palas son verdosas. Esta sería Opuntia maxima (foto inferior). Tiene una amplia distribución, se puede observar desde el cardonal húmedo hasta el monte verde y el pinar.
Otra tunera
naturalizada en las islas, considerada invasora, es la tunera india, Opuntia dillenii.
Esta especie tiene las palas más pequeñas que la tunera común, entre 20-30 cm.
Porte erecto de hasta 2 metros. Además de estas peculiaridades morfológicas la
tunera india se caracteriza por el color rojo de la pulpa del fruto. La tunera
india crece en todo el cinturón costero de las islas siendo rara por encima de
los 300 metros. Esta especie se puede observar en los tabaibales y
cardonales más xéricos,
Las tuneras en Canarias son quizá, el ejemplo más claro de necesidad de control pero de imposibilidad de erradicación. Nunca desaparecerán de nuestros campos de labor, ni sería bueno que así sucediese, pero debemos evitar que sigan propagándose en los espacios de Canarias.
Las tuneras en Canarias son quizá, el ejemplo más claro de necesidad de control pero de imposibilidad de erradicación. Nunca desaparecerán de nuestros campos de labor, ni sería bueno que así sucediese, pero debemos evitar que sigan propagándose en los espacios de Canarias.
Cuando se trata de
áreas pequeñas colonizadas por Opuntia, el control mecánico, de arranque
manual, o con maquinaria pequeña como rastrillos, palas, etc., es el mejor
método para eliminar estas especies, sin afectar al resto de especies. En
los casos de poblaciones más grandes, puede realizarse una corta enérgica desde
la base de la planta y en los restos que quedan en el suelo, regarlos y
cubrirlos con plásticos para favorecer los hongos patógenos.
En todos los casos
el material arrancado se debe llevar a un gestor de residuos autorizado, y es
recomendable restaurar la zona con la reintroducción de las especies
autóctonas.
Amapola californiana
La amapola
californiana, Eschscholzia
californica, es una especie perteneciente a la familia Papaveraceae (subfamilia Eschscholzidae) originaria de California. Es una
planta común en zonas templadas y suele ser cultivada en jardines por sus
colores llamativos, aunque muchas veces crece de forma espontánea.
Características
físicas:
Biotipo: Es una
planta perenne o anual y que alcanza su madurez sexual al año de su
germinación.
Altura: 30-60 cm
Flores: grandes y
solitarias y provistas de 4 pétalos anaranjados o amarillos, con una mancha de
color oscura en la base. Tiene sépalos soldados en forma de capucha.
Fruto: Es una
cápsula que mide entre 7-10 cm recta y glabra (pelosa) con semillas globulosas
y de color oscuro.
Impactos y
amenazas:
En Canarias esta planta tiene un carácter invasor en las islas de El
Hierro, La Palma, Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote. Fue introducida en
Canarias por su valor ornamental durante el S. XIX. En estos momentos podemos
observarla en pinares con suelos secos, pastizales y herbazales, así como en
zonas urbanizadas o bosques de Junniperus sp (sabinares).
Estas plantas
producen alteraciones en la estructura y abundancia relativa de especies
nativas o endémicas. Además, dan lugar a competencia, reducción o alteración
por el espacio o los recursos y facilitan el desarrollo de otras especies
invasoras.
Medidas para su
control:
Se ha propuesto la eliminación mecánica (siega) o arranque manual,
evitando su realización en periodos defructificación de la planta. Desde hace
algunos años se tiende a controlar la especie en cunetas y márgenes de
carreteras, en ambientes semiáridos y rurales. También se han eliminado
ejemplares en brotes de los espacios naturales o en claros que estén cercanos a
ellos.
Rata campestre
Las ratas
introducidas en islas han contribuido a la extinción de determinadas especies
de caracoles, insectos, ranas, serpientes, perenquenes, lisas, aves y
mamíferos. Constituyen, por lo tanto, un importante factor en la pérdida global
de diversidad biológica.
Estos mamíferos
también son causa de importantes pérdidas económicas en la agricultura, en la
alimentación y en la industria. Además propagan enfermedades que afectan al
hombre como la leptospirosis, la salmonelosis, la peste, el tifus, etc.
Las ratas también
compiten por el alimento con otras especies. Consumen semillas, frutos y otras
partes de las plantas, que también constituyen el alimento para otros
animales.
En Canarias
se han detectado hasta ahora dos especies de ratas introducidas: la rata común (Rattus norvegicus) y la rata campestre (Rattus rattus).
Su distribución actual abarca todas las islas excepto los islotes y se cree que
llegaron con los conquistadores europeos en el siglo XV.
El mayor impacto
sobre la biodiversidad canaria lo ejerce la rata campestre o rata negra por un
lado al consumir brotes, semillas y hojas de diversas plantas de la laurisilva
afectando a su regeneración y por lo tanto a la estructura y composición de
este ecosistema tan singular. Por otro lado, se ha comprovado que depredan
sobre colonias de cría de algunas aves marinas, como la pardela pichoneta (Puffinus puffinus) y el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii). Sin embargo, lo más preocupante es el
elevado índice de depredación, en huevos y pollos, que sufren las palomas
turqué y rabiche, ambas endémicas.
En las campañas de
erradicación o control, se suele combinar el uso de trampas, repelentes
químicos, quimioesterilizantes, ultrasonidos y raticidas. Estos últimos se
deben utilizar con las máximas precauciones para evitar daños a las personas y
al resto de los animales. El uso de los raticidas en el medio natural debe
contar con las debidas autorizaciones y realizarse de manera planificada bajo
la dirección de un técnico especializado.
Picudo rojo
El picudo rojo, Rhynchophorus
ferrugineus Olivier,
es un escarabajo procedente del Sureste Asiático y Polinesia que fue
introducido a Canarias mediante el comercio de palmeras procedentes de Egipto
con fines ornamentales. Su primera observación en el archipiélago data de
septiembre del 2005, en Gran Canaria. Este insecto es muy dañino para la
palmera canaria (Phoenix canariensis), de cuya savia se alimenta y en donde
realiza todo su ciclo vital, una especie endémica y que es el símbolo vegetal
de nuestras islas.
La hembra adulta
del picudo rojo llega hasta una palmera y realiza unas cavidades en su tronco
donde deposita los huevos; de media entre 300 y 400 huevos en cada puesta. De
estos huevos surgen las larvas del picudo, que son el estadio de desarrollo más
dañino ya que perforan la corteza de la palmera a medida que se alimentan
vorazmente de ella, realizando largas galerías de hasta 1 metro en su interior,
provocando así la muerte del vegetal.
Dado que el picudo
vive y se alimenta dentro de la palmera es muy difícil detectar un ejemplar
infectado a simple vista hasta que no manifiesta unos síntomas externos;
llegado ese punto los daños que ha producido el insecto en la palmera la
conducen irreversiblemente a la muerte. Algunos de estos síntomas son el
decaimiento de las hojas, en especial las hojas externas, y la caída del
penacho central o palmito.
Para intentar
eliminar o por lo menos frenar esta plaga se ha recurrido a tala de las
palmeras afectadas, la aplicación de fitosanitarios con fines preventivos y la
instalación de trampas atrayentes. Desde el año 2006 hasta el 2013 en el
archipiélago se han eliminado 642 palmeras y se han capturado 675 insectos,
siendo la isla de Fuerteventura la más afectada. Ambas actuaciones se han
reducido drásticamente desde los dos primeros años, por lo que se considera que
la plaga se encuentra bajo control.
La campaña de
erradicación y control del picudo rojo en Canarias en 2007 ya había supuesto la
inversión de 18 millones de euros.
Conejo
El conejo se trata de un herbívoro
de pequeño tamaño, gregario y con unas altas tasas de reproducción que han
facilitado la aparición de poblaciones en hábitats que no le eran naturales.
Originalmente procedente del Norte África y sur europeo, se ha introducido en
todos los continentes salvo Asia y Antártica. El conejo se trata de un animal
que muestra preferencia por hábitats que se asemejan al
mediterráneo, con sustratos que posibilitan la construcción de
madrigueras y con presencia de alimentos. Estos dos últimos factores favorecen
la aparición de poblaciones de conejos en ecosistemas abiertos con gramíneas,
en vez de bosques cerrados del tipo laurisilva.
A esto hay que añadir que las
precipitaciones abundantes están correlacionadas negativamente con la
abundancia de este animal en el ecosistema. Su interrelación con las otras
especies animales suelen responder a un patrón de presa depredador, siendo
depredado por la aguililla, el gato cimarrón y algunas otras aves rapaces en
algunas ocasiones. Esto no ha impedido que las poblaciones se establecieran en
todas las islas tras su introducción en el siglo XV, con fines cinegenéticos,
pues su alta tasa de reproducción y su alta plasticidad ecológica suplen la
depredación que sufre.
Su dispersión responden inicialmente a causas
antrópicas, sin embargo, una vez introducidos su dispersión se debe a la
distribución de la misma especie. Dicha distribución provoca que este
animal suponga un riesgo para las comunidades vegetales y para el sustrato donde
habitan pues reduce la cobertura vegetal, frustra los intentos de restauración
y conservación de poblaciones vegetales, ponen en peligro determinadas especies
vegetales ya amenazadas y altera el funcionamiento de determinados ecosistemas.
La reducción de la cobertura vegetal por parte de este animal supone un riesgo
añadido que se materializa bajo la forma de la erosión de los terrenos que han
visto su cobertura vegetal reducida. Este problema no afecta sólo a
Canarias, es conocido el caso de Australia. Sin embargo en Canarias las medidas
tomadas para la reducción o erradicación de este animal son pobres y no
transgreden una mera legislación y algunas campañas separadas. Es tal su poder
destructivo que este animal se ha introducido en la lista de 100 of the Wolrd´s
Worst Invasive Alien Species
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