Agave americana, también llamada Pitera es una especie
perteneciente a la familia Agavaceae, nativa de América Central. A Europa llegó
a finales del Siglo XVI, introducida por los conquistadores españoles de manera
intencionada como planta ornamental y como planta textil para obtener fibras.
Se trata de una planta termófila, propia de ambientes marítimos. Es
frecuente encontrarlos en zonas con dunas, cunetas, taludes, etc.
En España la podemos encontrar en el Cantábrico de forma escasa, pero en
zonas del Atlántico y Mediterráneo son más abundantes. También se localizan en
ambos archipiélagos.
Características
físicas.
Tiene un gametofito rizomatoso y suculento, formado por una gran roseta
de hojas muy gruesas y espinosas en el ápice y en los márgenes.
A partir de los 10 años de edad florece, emitiendo una panícula de
flores amarillas al final de un tallo florífero de hasta 8 metros de altura.
Tras la floración, que tiene lugar entre julio y septiembre, la roseta muere.
El fruto se trata de una cápsula alargada que produce una gran cantidad
de semillas aplanadas y negras.
Impactos
y amenazas.
Sus comunidades son tan densas que llega a desplazar a las especies
autóctonas de arenales costeros por competencia del espacio y alteración del
medio.
Medidas
de eliminación y control.
El control mecánico, de arranque manual, es el mejor método para
eliminar esta especie, aunque para su eficaz eliminación han de extraerse todos
los rizomas, ya que pueden volver a rebrotar.
Las labores de erradicación deben repetirse en las zonas invadidas
durante años, ya que cabe la posibilidad de que los individuos puedan resurgir
a través de los rizomas si no se han eliminado del todo.
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