Las serpientes son reptiles
que se caracterizan por la ausencia de extremidades. Estos reptiles en
todos los casos son depredadores y algunos no existe animal que pueda
depredarlos en Canarias.
El caso más conocido es el de la Culebra
Real Californiana en Gran Canaria, la cual amenaza la fauna autóctona,
entre la cual se comprende: la lisa de Gran Canaria (Chalcides sexlineatus ) y el Lagarto Gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), dos especies
amenazadas. La población de esta especie en Gran Canaria está tratando de
extirparse mediante campañas de erradicación como un proyecto LIFE en marcha
por cuatro años en la isla y cuyo objetivo en ese período de tiempo es reducir
drásticamente la población. Esta especie nativa de Norteamérica y con una gran
plasticidad ecológica se introdujo en Gran Canaria y actualmente ocupa
ecosistemas periurbanos, rocosos, barrancos, desde el nivel del mar hasta las
medianías, entre otros. Se considera una posibilidad la suelta masiva de
ejemplares o un escape.
Aunque la Culebra Real Californiana sea la única establecida en Canarias
junto con la culebrilla ciega, no es
la única que se encuentra en la naturaleza pues una especie con una amplia
comercialización como la pitón real
también se ha hallado en Canarias en estado salvaje.
Esta especie de escasos requerimientos ecológicos y de gran
adaptabilidad podría suponer una amenaza para la fauna autóctona además de un
vehículo de transmisión de enfermedades. La amenaza no afectaría sólo a sus
presas (principalmente animales de pequeño tamaño), sino a los depredadores
autóctonos, dándose fenómenos de competencia. Por otra parte, esta especie
muestra especial afinidad por los roedores a la hora de alimentarse, con lo
cual la amenaza se ve ligeramente reducida aunque la transmisión de
enfermedades no tenga la misma suerte.
A diferencia de otras especies invasoras, las poblaciones de serpientes
son controladas con un cierto esmero por parte de la administración pública.
Hasta el año 2010, la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio de Gran Canaria desembolsó 236.434 euros para erradicar la citada
Culebra Real Californiana. Dicha actuación no ha cesado hasta hoy día y se
intensifica a medida que se conciencian de la amenaza que podría suponer para
la fauna. Aun así el método más eficaz para evitar la aparición de estas plagas
es la precaución para evitar fugas y las medidas legales en contra de la
liberación de estos animales
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